Es la Historia la gran maestra del ser humano, por ello se estudia, por ello es una materia obligatoria durante gran parte de la vida estudiantil. Sin embargo la forma de enseñarla parece no ser la adecuada. A la vista está. No hemos aprendido nada. La Historia, como asginatura, ha sido convertida por el sistema educativo en una cantinela que soltamos 2 o 3 veces al trimestre en un examen, y despues nuestro cerebro hace RESET. Finalmente podemos decir que el estudiante no ha aprendido nada.
Seguramente nuestros políticos, al igual que nosotros hayan estudiado historia, quizás alguno de ellos incluso haya cursado dicha carrera, y sin embargo aparecen diariamente contradiciendo sus enseñanzas. Una amnesia que se propaga como la pólvora entre nuestros dirigentes, esta parece ser la única explicación lógica a los fenómenos que estamos soportando.
El problema aparece ya desde el inicio. España posee menos funcionarios que otros paises. Evidentemente me refiero a determinado tipo de funcionarios. Aquellos que recaudan, aquellos que evitan el fraude. Hacienda. Y es que como muchos sabrán, el Imperio Romano pasó por varias etapas, y por lo tanto por varias crisis. Algunas se resolvían con guerras, otras se solventaron aumentando el número de funcionarios. A día de hoy reducimos el número, además los maltratamos como ""origen del mal"". Mi opinion es que es más lógico perseguir el fraude y luchar contra aquellos que no contribuyen al bienestar de todos, que aumentar los impuestos para hundir mas en la miseria al que ya paga sus impuestos. El defraudador seguirá defraudando, mientras que el honrado quedará hundido para siempre. ¿Y quien decía esto? Maquiavelo, en su libro " El Príncipe", lo avisaba ya con otras palabras, "que aquel que engaña encontrará siempre quien se deje engañar". Por lo tanto en este sentido, veo lógico no solo dejar de machacar a los funcionarios, si no además aumentar su número y reforzar la eficacia y eficiencia del sistema, dando un respiro al honrado y castigando al defraudador.
Y ya andando el tiempo, dejando atrás a Maquiavelo seguro que todo hemos escuchado esa rotunda párrafo de Francisco Silvela.
Quisiéramos oír esas o parecidas palabras brotando de los labios del pueblo; pero no se oye nada: no se percibe agitación en los espíritus, ni movimiento en las gentes.Los doctores de la política y los facultativos de cabecera estudiarán, sin duda, el mal:discurrirán sobre sus orígenes, su clasificación y sus remedios; pero el más ajeno a la ciencia que preste alguna atención a asuntos públicos observa este singular estado de España : dondequiera que se ponga el tacto, no se encuentra el pulso.Monárquicos, republicanos, conservadores, liberales, todos los que tengan algún interés en que este cuerpo nacional viva, es fuerza se alarmen y preocupen con tal suceso. Las turbulencias se encauzan; las rebeldías se reprimen: hasta las locuras se reducen a la razón por la pena o por el acertado régimen: pero el corazón que cesa de latir y va dejando frías e insensibles todas las regiones del cuerpo, anuncia la descomposición y la muerte al más lego.
Dondequiera que se ponga el tacto, no se encuentra el pulso. Esta frase lapidaria donde las haya, viene a describir, no solo la realidad del 98, tambien lo hace con la nuestra. Aquí nos hemos quedado, viendo pasar el tiempo, dejando pasar a gobernantes y consintiendo miles de tropelias. Y aquí estamos ahora, y muchos se preguntarán, como hemos llegado a este punto. Nuestra situación actual no es solo por culpa de Zapatero, no es solo culpa de Mariano, ni de Aznar ni Gonzalez. La mayor parte de la culpa es nuetra. Azorín, pocos años despues del desastre del 98, no exime a nadie de la culpa. Algo similar nos ocurre a nosotros a día de hoy. Buscamos culpables, y no percibimos que somos nosotros. En palabras de Azorín:
...durante tres siglos, nosotros, los españoles, hemos saqueado y devastado
nuestras colonias. Su pérdida era irremediable: los mismos políticos que hoy discuten
en el Congreso, precipitaron la ruina. ¿Quién podrá creerse libre de culpa?
Hablemos de traidores; bien está. Pero pongamos como traidores a estos políticos
que pudieron conceder la autonomía o la independencia, y no la concedieron; a
estos guerreros que especularon con el desastre; y a estos periódicos que empujaron
al pueblo hacia una guerra absurda y ruinosa.
¿Habláis de traidores de la Patria? Está bien: hablemos cuanto os plazca; pero
recojámonos sobre nosotros mismos y digamos en un momento de sinceridad:
'Yo soy político y he mandado a las colonias a mis amigos arruinados; yo soy
militar, y no he puesto la diligencia debida en el gobierno y cuidado de mis tropas;
yo soy periodista, y he hecho creer a un pueblo débil y pobre que podía luchar
honrosamente con una nación rica y potente'.
En ello viene a coincidir el gran filósofo español Ortega y Gasset, en su libro, "La España invertebrada", cuando dice "Cuando la masa dice que no hay líderes, es que no hay masas". Elegimos a nuestros gobernantes, y esperamos que el Estado sea nuestro padre, que nos cuide y nos acoja, y no percibimos que el Estado ha enfermado, y al igual que si fuese nuestro padre, ha llegado el momento de cuidarlo, su única salvación somos nosotros.
Pero me gustaría ir mas allá. Al igual que otras frases ya históricas que he venido colocando, a muchos les sonará esta otra. "Despensa y Escuela" es la frase que hizo de Joaquín Costa un personaje histórico. La fórmula en la que él se amparaba para regenerar España no era otra que esa. Demosle a la gente comida para que pueda sobrevivir sin pasar penurias, para que el país crezca la única forma es darle educación. A día de hoy, en contraposición a la Historia, hemos recortado en educación. Hemos eliminado nuestro futuro, y lo hemos permitido. La educación es el futuro, no el presente, por ello no ha habido una alarma social en el momento en el que esto sucedio, pero ahora si la hay, ya que nos están quitando la primera de las premisas de Joaquín Costa, "La despensa".
Este gobierno, elegido democráticamente por el pueblo Español, está haciendo vibrar insistentemente los pilares que nos han convertido en quienes somos, con nuestros enormes defectos y nuestras pequeñas virtudes, pero que al menos nos han proporcionado una vida digna. Y si siguen vibrándolos terminarán haciendolo caer. El edificio. Pero la culpa no viene a ser solo de la clase política, aquel que desea informarse, protestar o cualquier otra cosa, a día de hoy es mas facil que en cualquier otro momento de la historia (aunque sigue teniendo una dificultad), el que no lo hace es porque no quiere. Y sin embargo el voto de una persona informada vale lo mismo que el de aquella persona que se rige solo por el corazón "Los votos no se pesan, se cuentan" como decía otro ilustre de la Historia, El Padre Mariana.
Quizás, lo que mas me desconcierta, de las manifestaciones que ayer tuvieron lugar fuese, que tal número de gente protestase por los recortes y la situación actual, pero que apenas se ofrezcan soluciones reales y colectivas. La impresión que me da (y es una impresión personal) es que la gente entiende que con su voto ha entregado su futuro a un grupo de personas llamadas políticos, y estos tienen la obligación de hacer que día a día la vida de sus votantes sea mejor, y hasta aquí tienen razón, el problema es que no ven que estas personas a las que han elegido por libre voluntad, pueden equivocarse(deliberadamente o no).
Por lo tanto, la Historia ha venido abasteciendose de soluciones, ha venido proponiendolas a las crisis que venían surgiendo, bien en forma de guerras, bien en forma de paz o bien con otra solución mas original. Lo único cierto es que pasados 2'5 millones de años el hombre, sigue siendo el único animal, que a pesar de conocer el camino, tropieza una y otra vez con la misma piedra.
V de Vendetta. Discurso
No hay comentarios:
Publicar un comentario